Resulta muy decepcionante que nos quejemos diariamente de
que “la cosa está mal” y con ese pensamiento ya hemos hecho la buena obra del día.
Frases como “no me parece justo”, “para unos sí y para otros
no”, “con lo que hacen ya cumplen”,” si estuviesen en mi situación ya se vería
lo que hacen”, “ellos tiene mano en eso” las oyes todos los días, pero nos
resignamos a escucharlas y no hacemos nada por remediarlo.
Viendo los informativos de las distintas cadenas
televisivas, te haces una idea del problema que tienen los presidentes de los
clubs de futbol para administrar tanto millón junto.
Yo he sido valencianista hasta la médula y ahora me
considero “anticlubsquepaguenmillonadasaunchicode21añospordarpatadasaunbalon”. Esto
me parece indignante; pero también me repugna que en un ayuntamiento de un
pueblo con 21.000 habitantes, la corporación municipal, la junta local fallera,
las ONG, las asociaciones vecinales, las A.M.P.A.s y todos los ciudadanos que
seamos conscientes y consentidores, permitamos que una familia con tres niños
duerman en un coche en la calle. Consientan que se paguen Fiestas, Ferias,
Publicidades varias, Conciertos de Chenoas y Bustamantes (con todo el respeto
hacia ellos y sus equipos) y un largo etc. de cosas que no dan de comer
(excepto a los comercios que tienen algo más de trabajo durante esos días).
No entenderé como alguien puede cobrar ese dineral. Que una
empresa sea privada o pública pueda gastar todo ese dinero y quedarse tan
tranquila con la que está cayendo.
Yo no soy economista pero más que recortar pienso que lo que
se debería de hacer es cuidar más el dinero público y exigir a las grandes
empresas a cuidar el suyo, para no hacer esas “inversiones” en publicidades,
personas e infraestructuras que insultan la inteligencia de los ciudadanos de a
pie.
¿Como puede alguien tener calentamientos de cabeza con que
si le pago 45 millones o 40?.Eso es el jornal de una persona con un buen sueldo,
para más de mil años. Yo entiendo que la vida profesional del deportista es
corta, ¿pero tanto? Y lo peor de todo es que es para tan solo algunos
deportistas, puesto que hay otros (la
gran mayoría) que encima les cuesta dinero y no tienen ni tan siquiera
publicidad.
Vamos por el camino equivocado, no se puede dar más al que
más tiene. Hay que ser coherente con lo que se dice día a día .Yo le meto en la
cabeza a mi hijo pequeño todos los días que tiene que compartir….. Y luego los
adultos y “muy adultos” ¿qué hacemos??
Hacemos una pedazo de carrera para apoyar la candidatura de
Madrid 2020, que me parece estupendo, pero que con todo lo que llevan gastando
la Comisión que organiza dicha candidatura, ya han pagado unos cuantos juegos
olímpicos.
Si hablamos de cultura es un drama, tienes por 8 euros todo
el cine del mundo mundial y si vas 4 veces al mes te gastas más que si vas una
sola vez al teatro a ver a unos actores que puedes palpar, que arriesgan mucho
más su imagen y su prestigio. Y sin embargo lo pagamos con los teatros,
culpamos a los actores, no acudiendo a las funciones con la misma frecuencia
que vamos al cine, incluso sin frecuencia…..simplemente no “gastando dinero” en
ir a ver una función.
Con la música ídem de lo mismo, igual vamos a un concierto
de un cantante de fama mundial y que
cobra lo que cobra, como hacemos publicidad barata con programas televisivos, para
dar salida a talentos, Y con esta acción se queda hecha la buena obra. El
concierto de los talentitos tiene el mismo precio que una entrada de David
Bisbal sin importarnos las personas que se ganan la vida con gran esfuerzo para
vivir de su trabajo, de su música y que no tienen esa suerte.
¿Pero es que todo se tiene que medir con la regla de los precios?,
¿todo vale? No hay solidaridad, no hay igualdad. Hay egoísmo, interés por lo de
uno y el que va detrás que arree.
Ese colegio que queda super bien con los “papis pudientes" poniendo uniformes para que vistan todos los niños iguales y no haya
discriminaciones. Paralelo a eso ponemos un banco de uniformes para los “papis
no pudientes”; así todos contentos y lo que prima es el dinero, lo que cuesta,
lo que se gana y lo bien que queda la organización que se haga la foto, que
suele ser la que no se implica personalmente y la que no le cuesta de su
bolsillo.
Ya da igual, todo vale si la dicha es buena. Si no ganas
dinero en lo que inviertes por lo menos hablan de ti. Si el programa televisivo
no le ve ni Dios, por lo menos hemos gastado la subvención y hacemos unos pocos
informativos de cotilleos para tener entretenidos a los jubilados. Y yo pregunto
¿no les gustaría a estas cadenas importantes hablar de los jubilados que ganan
menos de 400 euros y subsisten comiendo un mes entero? Eso no es estéticamente televisivo,
pero es la realidad. Esa realidad de las que muchos alardean en programas de
tertulia política y que retwitean desde su estupendo móvil de última generación.
Que por cierto, en un par de meses se va a quedar desfasado y tendrán que
cambiarlo costando el doble de lo que gana en un mes, uno de estos jubilados.
Estamos obligados a parar un poco y recapacitar. Pero desde
el obrero que baja el precio para tener más faena siendo esto no muy inteligente
pero necesario si quiere trabajar, pasando por los precios de las grandes
superficies que terminaran por hundir al pequeño comercio y llegando al
presidente de un club de futbol que paga unos poquitos millones por un chico
que debería de pensar en terminar sus estudios por el bien de sus futuros
hijos.
Si todos gestionamos los ingresos con coherencia, humildad,
solidaridad y conciencia podemos ayudar a tener un futuro mejor, o simplemente
tener futuro.
Pero hay que empezar en nuestra casa, en nuestro pueblo, en
nuestro país. ¿Como tienen la poca vergüenza de querer arreglar el tercer mundo
cuando en el primero las noticias diarias hacen referencia a trampas, robos y paraísos?
Cuando yo era pequeña,
nos hablaban de paraísos y yo pensaba en una playa superchula con una tumbona y
un batido con sombrerillo. Ahora te hablan de paraísos y piensas automáticamente
en gentuza que tiene lo que tienen haciendo trampas, robando y defraudando.
Como cambia el cuento…